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Dormir bien también es trabajar bien: la clave olvidada de la productividad empresarial

Cada hora de sueño perdida puede traducirse en menor productividad, peores decisiones y mayores costos para las empresas.
mujer recostada de un sofa

Nicolás Pesce Freijo

Dormir bien ya no es solo una recomendación médica: se ha convertido en una estrategia empresarial. Aunque suene exagerado, una noche mal dormida puede costarle millones a tu empresa. Sí, millones. ¿Por qué? Porque el descanso es tan importante para el rendimiento como una buena conexión a internet o un liderazgo efectivo. Sin embargo, pocas organizaciones están tomando cartas en el asunto. Según el Foro Económico Mundial, la falta de sueño podría estar costándole a algunos países hasta un 3% de su PIB. Y no es difícil imaginar por qué: colaboradores cansados son colaboradores distraídos, irritables, menos creativos y más propensos a equivocarse. Desde decisiones cuestionables hasta errores que podrían haberse evitado con una cabeza más despejada, el impacto se traduce directamente en costos, pérdida de competitividad y un ambiente laboral menos saludable.

Nancy González, psicóloga del Hub de Affor Health en México, organización especializada en salud psicosocial en el entorno laboral, lo resume de forma clara: “El sueño no es un lujo, sino un pilar fundamental de la salud mental. Las empresas que priorizan la higiene del sueño en sus estrategias no solo mejoran la calidad de vida de sus colaboradores, sino que también optimizan su rendimiento y reducen costos asociados a la fatiga”. Entonces, ¿por qué seguimos quitándole importancia?

Dormir bien no es un privilegio, es una política laboral inteligente

 

Cuando hablamos de productividad, casi siempre se piensa en metas, herramientas digitales, procesos optimizados… pero pocas veces en el descanso. A pesar de que el 58% de los trabajadores reconoce que dormir poco afecta su productividad según la National Sleep Foundation, muchas empresas todavía operan bajo la falsa creencia de que el esfuerzo constante y la disponibilidad 24/7 son sinónimos de compromiso. Spoiler: no lo son. Lo que son, en realidad, es una receta perfecta para el burnout. Y cuando aparece, todo se viene abajo: concentración, decisiones, ánimo, y sí, también el sueño. Es un círculo vicioso que no se rompe con cafés ni power naps improvisadas. Por eso, Affor Health propone una serie de acciones que las organizaciones pueden adoptar para fomentar una mejor higiene del sueño. Spoiler 2: no tienen que ser complicadas ni costosas, solo requieren voluntad y coherencia.

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